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El ajedrez de los grandes grupos turísticos de Latinoamérica

Recortes en estructura y búsqueda de inversores fueron dos caras de la estrategia defensiva de los grandes grupos turísticos. ¿Se vienen nuevas adquisiciones?

Los grandes grupos turísticos de Latinoamérica empezaron a mover sus piezas en el tablero de ajedrez de la distribución de viajes. En un juego donde todos están perdiendo, los gigantes –que lejos están de ser la excepción– apuestan todo a proteger a la “reina” liquidez, clave para la supervivencia. Y, aunque en el medio están sacrificando peones, la estrategia defensiva está teniendo resultado a la hora de pasar la gorra y preparar el paso hacia una fase ofensiva.

¿Cuántas empresas van a quedar?

Unos puntos más o unos puntos menos, la realidad –sin distinción geográfica, ni de tamaño– es que todas las empresas de distribución de viajes perdieron mucho dinero y valor en el contexto de la pandemia de Covid-19.

Por eso el mercado, tanto mundial como regional, es un tembladeral, en donde todos buscan signos de confianza para no caer aplastados por el efecto dominó de las fichas que puedan desplomarse. “¿Cuántas minoristas van a cerrar en Latinoamérica?”, le preguntaban días atrás varios operadores –preocupados por las esquirlas de la pandemia en el eslabón final de la distribución– al director para Latinoamérica de uno de los grupos de gestión de agencias independientes. “Nosotros también tenemos dudas de cuántos operadores van a quedar”, fue la respuesta en la comunicación por Zoom.

Las recientes convocatorias de acreedores de Trapsatur o Politours son una pequeña muestra no sólo del riesgo en que se mueve el mercado, sino de cuáles son las condiciones para soportar un temporal, que va a ser largo. Este último mayorista reconoció que se quedó sin resto para afrontar la segunda ola de Covid-19 en Europa. O sea, no bastó el valor de la marca en el mundo hispano, hacían falta fondos frescos –que no consiguió– para la emergencia.

La liquidez de las empresas, y no tanto las pérdidas, es la clave de la supervivencia no sólo para los medianos, sino también para los grandes jugadores.

La reina liquidez

Los operadores que ya quedaron al margen de la partida de ajedrez de la distribución de viajes vieron pulverizarse las ventas igual que otros gigantes de la región y el mundo.

Sin ir más lejos, los ingresos de Expedia cayeron en el segundo trimestre un 82%. Y si consideramos la situación de los dos principales grupos en Latinoamérica los números son incluso peores. Los ingresos de Despegar descendieron un 96%, un número calcado a las mermas en las reservas apuntadas por el conglomerado de CVC Corp.

El empuje para llegar a la otra orilla está dependiendo de la capacidad para recaudar fondos líquidos en el mercado financiero.

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La inyección de liquidez en los grandes grupos turísticos es la clave para pasar de la estrategia defensiva a la ofensiva.

La inyección de liquidez en los grandes grupos turísticos es la clave para pasar de la estrategia defensiva a la ofensiva.

Nada nuevo, en los años prepandemia los fondos de inversión descubrieron que a la luz de la bonanza del turismo no era mala idea invertir en operadores turísticos. De acuerdo a un reporte de Skift y McKinsey & Company, sólo en 2018 y 2019 los capitales de riesgo invirtieron cerca de US$ 2.000 millones en empresas de viajes. Una parte no menor de esos fondos se usaron para adquirir competidores o empresas fuertes en canales complementarios. Por eso, en los años preCovid se vivió un aumento de la concentración de la distribución de viajes en Latinoamérica.

Durante la pandemia, los dos grandes jugadores de la región (Despegar y CVC) no dejaron de abrir los brazos a inversores privados.

En el caso de Despegar, embolsó en agosto US$ 200 millones. La empresa de capital de riesgo L Catterton invirtió US$ 150 millones y se quedó con un lugar en el directorio de la OTA; en tanto que desde Abu Dhabi el fondo Waha Capital puso otros US$ 50 millones. “Este aumento de capital subraya aún más el compromiso de fortalecer nuestro balance, al mismo tiempo que brinda flexibilidad financiera para crecer orgánicamente y a través de fusiones y adquisiciones oportunistas, una de nuestras iniciativas estratégicas clave”, comentó Damián Scokin, CEO de Despegar. Esas transacciones oportunistas ya empezaron y lo veremos más adelante.

Por su parte, CVC Corp. recaudará R$ 700 millones (US$ 130 millones) a partir de una capitalización privada en dos etapas. Nuevamente, detrás de ellos hay una estrategia defensiva-ofensiva. “Lo que analizará el mercado es quién tiene la capacidad de sobrevivir y quién tiene un futuro consistente y saldrá de la crisis más fuerte”, planteó Leonel Andrade, el presidente de CVC Corp desde abril, quien añadió: “Estos recursos se utilizarán para la reanudación e inversiones en digitalización, automatización de la empresa y, principalmente, integración empresarial”.

El costo y la oportunidad

Claro que antes de pasar la gorra también los grandes grupos turísticos tuvieron que aplicar drásticos recortes de estructura y actividades.

Sin ir más lejos, Expedia aplicó un recorte proporcional a la caída de ventas en el segundo trimestre del año: redujo un 82% los costos de ventas y marketing. Número casi idéntico a la tijera aplicada por Booking (-79%) a su estructura de costos variables.

Según analizó el estudio de Skift y McKinsey, eso sería un dato favorable para quienes sobrevivan, ya que “la estructura de costos resultante probablemente ayudará a las OTAs a volver a la sostenibilidad financiera rápidamente, una vez que la demanda se recupere”.

En Latinoamérica, Despegar también aplicó la tijera con la tercerización de su call center (sumado a despidos) y redujo un 86% los gastos en marketing y ventas. “Creo que se ha hecho un trabajo excelente en la reducción de costos”, planteó Scokin, quien dijo que esa nueva base de costos hará que cuando los volúmenes de ventas vuelvan, los márgenes serán más altos que en el pasado.

La otra respuesta al desafío de la pandemia

En los años previos al Covid Latinoamérica vivió una ola de adquisiciones y fusiones que se encaminaba hacia una pronunciada concentración de volúmenes. Por un frente avanzaba CVC con las adquisiciones en Argentina de las OTAs Almundo y Avantrip y las agencias/operadores Biblos y Ola. Al mismo tiempo, adquirió media docena de compañías de diversa especialización (consolidadores, agencias corporativas) en el propio Brasil. Para convertirse en un conglomerado de más de una docena de empresas de turismo.

Por otro costado, del online hacia el offline, marchaba por la región Despegar –participada por Expedia– con la compra de Viajes Falabella y sus 85 sucursales en Chile, Colombia, Perú y Argentina. Y, más recientemente, la adquisición de Best Day en México.

¿El inmenso golpe que recibió la actividad con el Covid implica un freno permanente en ese proceso hacia la concentración o, por el contrario, deja un mercado más frágil y propicio para otra tanda de compras y fusiones?

Algunos analistas plantean que justamente a causa de la crisis económica en 2021 habrá una feria de alianzas empresariales y ventas de saldos de compañías turísticas.

En las movidas de Despegar y CVC de los últimos meses se pueden extraer más datos que los que ofrecen los pronósticos (en un año donde fallaron todas las pitonisas).

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Algunos analistas plantean que justamente a causa de la crisis económica en 2021 habrá una feria de alianzas empresariales y ventas de saldos de compañías turísticas.

Algunos analistas plantean que justamente a causa de la crisis económica en 2021 habrá una feria de alianzas empresariales y ventas de saldos de compañías turísticas.

Las movidas de Despegar

La jugada de Despegar respecto de Best Day pareciera confirmar la declaración de su CEO respecto de que la crisis es tiempo para compras oportunistas. Después de suspender un acuerdo inicial por US$ 136 millones, Despegar finalmente renegoció y acordó desembolsar US$ 56,5 millones por la OTA mexicana. O sea, casi una valuación casi un 60% menor a la acordada prepandemia. Pero no solo eso, Despegar no pagará ni un dólar hasta luego de 36 meses de aprobada la adquisición por parte de la autoridad de defensa de la competencia mexicana.

El paseo de compras de Despegar, de la mano de los US$ 200 millones aportados por fondos de inversión, incluyó también la adquisición del 84% de la fintech brasilera Koin. Se trata de una empresa líder en el mercado de pagos electrónicos sin tarjeta en Brasil y a través de la cual ya en 2019 se generaron 50 mil transacciones a favor de Despegar. Esta adquisición confirma que Despegar hace tiempo está pensando en poner una pata en el negocio Fintech (algo que había adelantado con la adquisición de Falabella Financiero), no sólo para conseguir nuevas formas de financiación para el mundo de los viajes, sino imaginando una futura competencia con las plataformas de pago de PayPal y Mercado Pago. Un negocio muy compatible con Despegar, pero sobre todo donde los márgenes de rentabilidad son mucho mayores a los de una OTA. Y, por si fuera poco, que le abriría las puertas a bases de datos, ya no de nicho.

El Covid nos ha brindado una oportunidad única para adquirir activos a una valuación significativamente más baja de la que veíamos en los últimos años. Koin y Best Day son claros ejemplos de ello”, analizó Scokin, CEO de Despegar, quien adelantó: “Tenemos una estrategia de fusiones y adquisiciones muy centrada. Geográficamente, México y Brasil son nuestros mercados objetivos clave, dados los tamaños y oportunidades”.

Foco en la digitalización

Por su parte, la capitalización conseguida por el otro gran grupo turístico de la región, CVC, se aplicará para una reestructuración que apunta a la sustentabilidad a largo plazo del grupo. Por eso, se incorporaron una treintena de nuevos ejecutivos apuntando a reforzar el modelo onmicanal: "En cuatro años la mitad de los ingresos del grupo deberían provenir de lo digital", anticipó Andrade, quien explicó que la inversión se hará en plataformas de contenidos y desarrollos tecnológicos y no en apertura de nuevos locales físicos: “La empresa está preparada para el futuro, y esta capitalización es para que salgamos de la crisis no solo vivos, sino con mucha más salud”.

Por ahora, en declaraciones a O Tempo, el presidente de CVC no planteó que se esté sondeando ninguna expansión concreta a través de adquisiciones, aunque reconoció: “El mercado turístico mundial está hablando. Los precios han bajado mucho. Además de empresas que necesitan ayuda, hay muchas que se han abaratado. Lo que analizará el mercado es quién tiene la capacidad de sobrevivir y quién tiene un futuro consistente y saldrá de la crisis más fuerte”.

Al igual que en el caso de Despegar, CVC está poniendo el foco en el mercado brasileño, mientras que reconoce que Argentina se está volviendo un dolor de cabeza. "De hecho, soy muy conservador y hasta un poco pesimista sobre la recuperación en Argentina. Vemos una economía con cada vez más dificultades allí y la impresión que tenemos es que el gobierno no es capaz de desmantelar claramente los asuntos internos, lo que lleva a restricciones a las políticas de despido. Con estos elementos, no pudimos reestructurar los negocios en este mercado”, dijo Andrade en una ronda con inversionistas. De todos modos, a través de un comunicado oficial CVC Corp aclaró que “la empresa opera con normalidad y mantiene sus planes operativos en Argentina”.

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La inversión en tecnología está al tope de las prioridades para los grandes grupos turísticos de Latinoamérica.

La inversión en tecnología está al tope de las prioridades para los grandes grupos turísticos de Latinoamérica.

¿Para cuándo la recuperación?

Cuando los inversionistas les preguntan a los titulares de los dos grandes grupos turístico de Latinoamérica para cuándo estiman una vuelta a los números de 2019, las respuestas no son muy diferentes. “Nuestra opinión –con las incertidumbres de este contexto– es que tomará un par de años al menos recuperarse a los niveles anteriores al Covid”, señaló Scokin, CEO de Despegar.

En la misma línea, el presidente de CVC Corp prevé que lograrán alcanzar a fin de año un movimiento cercano al 50% de lo que fue 2019: “Creo que a fines del próximo año estaremos al 75%-80% y recién a fines de 2022 el mercado va a estar normalizado. Ojalá me equivoque, pero soy conservador y prefiero serlo para hacer planes y adecuar mi empresa a un peor escenario. Si, por casualidad, el mercado ayuda, la empresa será mucho más fuerte y espero que, de hecho, las cosas sucedan mejor de lo que pronostico”, concluyó Andrade.

Cinco claves del ajedrez de la distribución de viajes

  • La posibilidad de obtener nuevos inversores o capitalizar las grandes empresas es la clave de la supervivencia para los grandes grupos que vieron desplomarse sus ingresos a menos de un 10% en el segundo trimestre de 2020.
  • El recorte de costos variables y gastos en ventas y marketing acometido por los grandes jugadores del segmento fue proporcional a la caída de los ingresos.
  • La caída en el valor de las empresas turísticas es vista como una oportunidad de avanzar en adquisiciones o fusiones por parte de compañías que consigan mantener liquidez. La compra de Best Day es muy gráfica al respecto.
  • México y Brasil son vistos como los mercados de la región que más rápido se irán recuperando.
  • La inversión en tecnología y plataformas de pagos (no de nicho) se asoma como una oportunidad para los gigantes de la comercialización turística de la región.

En números

  • US$ 200 millones invirtieron dos fondos de capitales en Despegar y US$ 130 millones embolsará CVC Corp en dos etapas de capitalización privada.
  • 80% redujeron la estructura de costos en marketing y ventas empresas como Expedia, Booking o Despegar.
  • 60% se redujo para Despegar el costo de la compra de Best Day, respecto de la valuación acordada antes de la pandemia.
  • 2023 es para los grandes operadores de viajes el año en el cual recién se conseguiría retornar a volúmenes de venta similares o superiores a 2019.

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