Para cualquier destino la sola idea de recibir 600 delegados de decenas de países es todo un desafío en tiempos de pandemia. Sin embargo, el Estado mexicano de Quintana Roo aceptó el reto y Cancún será la sede de la Cumbre Mundial del Consejo Mundial de Viajes (WTTC, por sus siglas en inglés), que del 25 al 27 de abril será el primer gran evento del año y tiene la premisa de impulsar la recuperación del sector.
¿Cómo se prepara Cancún para recibir la Cumbre de WTTC?
¿Cómo se prepara Quintana Roo?
En diálogo con La Agencia de Viajes, la secretaria de Turismo de Quintana Roo, Marisol Vanegas, explicó que hace un año que el Estado está implementando protocolos (hay uno general y 13 particulares) y medidas de seguridad sanitaria para generar confianza en el destino. “Todas las empresas turísticas (más de 7.000) están incorporadas a los protocolos, desde el aeropuerto, los traslados, los hoteles y los servicios náuticos y arqueológicos están certificados en 200 criterios diferentes de obligatorio cumplimiento”, señaló la funcionaria, quien añadió que desde septiembre el segmento de congresos y convenciones está habilitado y recibiendo eventos de magnitud.
De todos modos, Marisol Vanegas reconoció que la Cumbre de WTTC es el primer evento en tiempos de pandemia con una participación tan global.
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Medidas especiales
La secretaria de Turismo de Quintana Roo señaló que para la Cumbre de WTTC se creó un protocolo especial, que se llama “ruta Covid”, que aplica a todos los asistentes, desde que salen de sus países hasta que llegan a México, cuando están en el congreso y hasta que regresan a su lugar de origen.
“Todo ese proceso está mediado por un sistema de trazabilidad con una app especial que se creó para la Cumbre. También se aplican las pruebas de antígenos para entrar a los lugares y asegurarnos de que las personas que están son negativas”, detalló Vanegas.
¿Una Cumbre bisagra?
“Es la primera vez en la historia del turismo moderno que confluyen de manera tan fuerte dos áreas como turismo y salud. Hasta ahora habíamos trabajado mucho con medio ambiente, cultura o desarrollo urbano”, planteó la funcionaria, quien completó: “Creo que lo que está haciendo esta Cumbre es elevar el tono de la discusión del turismo al nivel de cualquier otra actividad para que esa voz sea escuchada y se comprenda lo que pesa como sector”.
La experiencia de Quintana Roo
Para Vanegas una de las grandes posibilidades que ofrecerá la Cumbre será escuchar como le fue a cada país con las medidas adoptadas. Consultada respecto a la experiencia mexicana de mantener las fronteras abiertas vs. los que estuvieron (y están) meses cerrados al turismo, la funcionaria opinó: “Los países tienen que asumir la decisión política que hayan tomado. Creo que en algunos casos la medida de cerrar fue económica. Habrá quienes evaluaron que se podía sacrificar el sector momentáneamente. La otra opción era cuidar las medidas en los accesos. Es decir, controlar las fronteras, certificar y poner medidas en los aeropuertos –como hicimos nosotros–, aunque implique invertir muchísimo dinero”.
A juzgar por los resultados, la apuesta de Quintana Roo salió bien para el turismo, en comparación con buena parte del orbe que adoptó medidas restrictivas. “La tasa de repetitividad estaba en el 50% y se elevó al 70%. Subió el perfil adquisitivo de los visitantes. Y, por último, nuestra estancia promedio pasó de 6 días a 14 noches”, resumió Vanegas, quien dijo que la clave fue haber logrado transmitir confianza a los mercados y a las líneas aéreas con las que firmaron acuerdos comerciales. Una confianza que cimienta -entre otras cosas- a base de entre 15 mil y 16 mil pruebas de antígenos diarias solo en Quintana Roo.
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