Mientras las grandes líneas de cruceros se enfocan en hacer barcos cada vez más grandes y en muchos casos desangelados, impersonales, un magnate australiano se propone recrear el encanto de los viajes marítimos del ayer construyendo una réplica del Titanic, aunque -claro está- dotado de la última palabra en seguridad y tecnología.
Como se recordará, el Titanic naufragó en las frías aguas del Atlántico en 1912, cumpliendo su viaje inaugural entre Southampton, el puerto que sirve a la ciudad de Londres, y Nueva York.
Pero, como es sabido, el barco nunca llegó a destino, forjando una trágica historia que desde entonces viene inspirando crónicas periodisticas, libros, teorías conspirativas, documentales y hasta una de las películas más exitosas de Hollywood, que llegó a ganar 11 premios Oscar.
Hoy la estructura del Titanic sigue descansando a 3.800 m. de profundidad, a unos 650 km. de la costa canadiense de Newfoundland. Pero la leyenda podría tener, en cierta manera, un curioso revivir.
Una idea osada en el mundo de los cruceros
Clive Palmer es un multimillonario australiano, dueño de Blue Star Line, que se ha propuesto replicar el diseño del Titanic, manteniendo la estética y las propuestas de aquellos tiempos. Así lo manifestó en una reciente conferencia de prensa realizada en Sidney, donde brindó amplios detalles de su ambicioso proyecto, que en realidad ya había anunciado en 2012 con motivo del centenario del fatídico naufragio, y luego en 2018. En ambos casos la iniciativa no pasó a mayores.
Esta vez, sin embargo, Palmer asegura que nada lo detendrá. “Estamos convocando a algunos de los mejores diseñadores de cruceros del mundo para asegurarnos de no pasar nada por alto”, sostuvo, asegurando que “ofreceremos un viaje incomparable en el tiempo, llevando a los pasajeros a la opulencia y el esplendor de la vida a bordo del Titanic original”.
Londres-Nueva York a todo vapor
Si bien el Titanic II recreará los interiores y cabinas del malogrado navío, “dispondrá de procedimientos de seguridad, métodos de navegación y tecnología del siglo XXI”, aclaró Palmer, quien debe su fortuna al negocio minero.
El nuevo Titanic tendrá un peso aproximado de 56 mil toneladas, con 269 m. de eslora y nueve cubiertas que le permitirán transportar 2.435 pasajeros.
Por tratarse de un calco del barco original, también tendrá cuatro chimeneas (aunque sólo una cumplirá la verdadera función) y una réplica de The Bridge, el centro de control de navegación, con una vista panorámica de la proa y los laterales. Estará impulsado por motores diésel.
Consultado por los periodistas, Clive Palmer dijo que espera confirmar el nombre del constructor naval antes de fin de año y que el armado comenzará durante el primer trimestre de 2025.
Aunque aún se desconoce cuándo se iniciarán los viajes, sí se sabe que el recorrido seguirá la hoja de ruta del crucero original, transportando pasajeros entre Southampton y Nueva York.
“Millones han soñado con navegar en él, verlo en puerto y experimentar su majestuosidad única. El Titanic ll será el barco donde esos sueños se hagan realidad”, subrayó Palmer.
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