En el mes del wellness, spa y relax, Argentina propone ocho espacios termales inmersos en su bellísimo territorio, ideales para lograr el equilibrio entre salud espiritual, mental y física, y alcanzar una sensación de satisfacción integral.

Termas de Río Hondo (Santiago del Estero, Argentina) reconfiguró su oferta y se posiciona dentro de los grandes puntos turísticos del país.

Argentina propone ocho espacios termales inmersos en su bellísimo territorio.

Las termas de Argentina son ideales para lograr el equilibrio entre salud espiritual, mental y física.
Termas de Río Hondo, Santiago del Estero
En los últimos años, la ciudad santiagueña reconfiguró su oferta y actualmente se posiciona dentro de los grandes puntos turísticos del país. Es el destino con la mayor cantidad de pozos termales de América Latina, lo que lo convierte en un lugar ideal para descansar, reponer energías y volver a la actividad diaria con un completo relax.
Aproximadamente a una hora de la capital provincial, además de turismo termal, Termas de Río Hondo también ofrece variadas propuestas deportivas, entre ellas la cancha de golf del Termas de Río Hondo Golf Club, diseñada por Robert Trent Jones II, hijo del legendario arquitecto estadounidense; hotelería de primer nivel, uno de los autódromos más modernos de la región, el Museo del Automóvil, un modero aeropuerto y, por supuesto, la calidez de su gente.
Termas de Cacheuta, Mendoza
A orillas del río Mendoza, y a menos de una hora en auto de la ciudad capital, se encuentra un parque termal que se ha convertido en uno de los imperdibles turísticos de la provincia, y que a las aguas termales le suma un magnífico entorno a los pies de la Cordillera de los Andes.
En las Termas de Cacheuta hay disponibles más de 10 piscinas revestidas con piedras y rodeadas de verde que invitan a sumergirse en aguas cálidas y 100% naturales que provienen del deshielo, cada una con distintas características y temperaturas que van desde los 20° a los 43°C.
Junto a los piletones se ofrecen dos actividades que complementan la propuesta: tratamientos de fangoterapia y dos Vaporariums en los que, mediante la inhalación de los vapores que emanan de los manantiales, se desintoxican el cuerpo y la piel, y se ayuda al sistema respiratorio.
Termas de Federación, Entre Ríos
Junto al río Uruguay, en el noreste entrerriano, la ciudad de Federación fue construida hace poco más de 40 años para reemplazar a la vieja ciudad homónima desaparecida por el lago artificial Salto Grande.
Hoy es un símbolo de las aguas cálidas y siempre que se piensa en un spa, Federación se sitúa entre las primeras alternativas.
Todo esto se produjo gracias al esfuerzo de su gente y a la visión de la provincia de crear un gran destino turístico, moderno y sumamente hospitalario.
Termas de Sáenz Peña, Chaco
Conocida como La Termal, esta icónica ciudad chaqueña presenta una ubicación inmejorable, ya que al estar en el centro geográfico de la provincia, permite trasladarse con rapidez a Resistencia, la ciudad capital; o a otros puntos de interés como Campo del Cielo, increíble lugar donde hace 4.000 años impactó una lluvia de meteoritos y en la actualidad se pueden ver valiosas piezas de ese episodio; o el Parque Nacional El Impenetrable.
Sáenz Peña es la parada indicada para tomarse un respiro y gozar de la buena vida. Además, cuenta con el legado de las colectividades extranjeras que se afincaron aquí hace décadas y que hoy son un ejemplo de convivencia y diversidad cultural.
Termas de Copahue, Neuquén
Se trata de un centro termal como pocos en el mundo, ya que es el único que almacena tantos minerales de calidad como fangos, algas, vapores y aguas mineromedicinales en un solo lugar.
Ubicado en la Patagonia, cuenta con cinco lagunas termales, programas de salud y belleza personalizados, fumarolas y hervideros –entre otros atractivos y servicios–, que lo convierten en la sede perfecta para el relax.
Su origen volcánico es el responsable de producir los recursos curativos.
En 2016 se lanzó el programa de Termas Nevadas, mediante el cual se implementaron técnicas para aprovecharlas en invierno, cuando el acceso era imposible por los cúmulos de nieve alrededor. El paisaje teñido de blanco y decorado con el vapor de las aguas es, sencillamente, un lujo turístico.
En tanto, la oferta de actividades contempla desde programas terapéuticos hasta dermatológicos, respiratorios, antiestrés y de belleza, todos indicados por un equipo de profesionales médicos en base a las necesidades puntuales de cada visitante.
Máscaras de fango, hidratación, masajes faciales y capilares, entre otras opciones, complementan la jornada de descanso en Copahue.
Termas de Carhué, Buenos Aires
En el extremo oeste de la provincia de Buenos Aires se encuentra este destino que, con el paso de los años, gana cada vez más terreno en el mundo turístico de Argentina. La combinación entre campo, buen clima, asado y descanso en sus aguas cálidas resulta perfecta.
Carhué cuenta con un plus de mística e historia: muy cerca del pueblo se ubican las ruinas de la exvilla turística Lago Epecuén, pequeña aldea que tuvo su esplendor en el siglo XX y que debido a una gran inundación sufrida en 1985, todas sus calles quedaron colapsadas.
En la actualidad, ya con el retroceso del agua, muchos turistas llegan hasta allí para tomar fotografías de las antiguas construcciones, devenidas en tesoros arquitectónicos. Es un viaje en el tiempo fascinante y repleto de historias.
Así es Carhué, un lugar que permite hacer base para moverse a Epecuén, cruzar a la provincia de La Pampa, disfrutar de la geografía de la Sierra de la Ventana o simplemente detener el cuerpo para un descanso sumamente relajante.
Termas de Fiambalá, Catamarca
Entre arcoíris rojizos pintados en la tierra y precipicios de laderas de la Cordillera de los Andes, nacen aguas termales consideradas como uno de los principales atractivos turísticos de Catamarca.
Las temperaturas de sus aguas –distribuidas en 14 piletones que fueron construidos ecológicamente de forma tal que se mimetizan con el entorno– comienzan en 28°C y pueden alcanzar más de 50°C.
A su vez, están clasificadas por las características que las componen: sulfatada, hipertermal, alcalina, entre otras.
Se trata de un verdadero oasis de paz a 1.550 msnm. y a solo 12 km. de la ciudad de Fiambalá.
Termas del Jordán, Jujuy
El rojo, el verde y el turquesa conviven en perfecto matrimonio en las Termas del Jordán, con pozos naturales de hasta dos metros de profundidad que, escondidos en la selva de yungas del Norte argentino, hipnotizan a quien decida descubrirlos.
En la localidad de San Francisco –a menos de 20 km. al sur de Valle Grande– se sitúa esta maravilla jujeña desconocida para muchos.
Debido a las grandes cantidades de azufre y minerales de las aguas, que alcanzan los 30°C, el celeste verdoso puro contrasta con las tonalidades propias de la vegetación que lo envuelve y crean un espacio digno de película.
El ojo de agua termal de esta zona se llama Laguna Azul, siendo la mejor época para ir entre abril y octubre, de modo de evitar la temporada de lluvias característica de la zona.
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