A comienzos de 2022, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) informó que un total de 10 nuevas cadenas de hoteles ejecutarían proyectos en Lima, Callao y Cusco, gracias a las facilidades que ha otorgado el Régimen Especial de Recuperación Anticipada (Rera) del IGV en el sector.
Hoteles: fuerte caída en la inversión para este año
Y si bien son noticias alentadoras que se siga invirtiendo en el Perú porque demuestra que la economía se está reactivando, existen algunas empresas que están aplazando la inauguración o construcción de hoteles.
Una de ellas es Hilton, que en 2018 anunció la firma de dos contratos de desarrollo de hoteles con su marca Tapestry Collection: el Hotel Museo de Osma y Hotel Bel’Arte Lima. Estaban programadas para abrir en 2021 pero se han aplazado a 2023.
Esto sería el resultado del estancamiento de la inversión privada en el Perú. Pues, tal y como lo adelantaba el Banco Central de Reserva (BCR), la inversión privada se ubicaría en 0% este año, y algunos sectores ya empiezan a confirmar esta situación. Uno de ellos es el sector hotelero, que tenía previsto inaugurar por lo menos seis nuevos hoteles de lujo este 2022, plan que ha quedado descartado.
Más de US$ 400 millones sin invertir
La asesora de la Sociedad de Hoteles del Perú (SHP), Tibisay Monsalve, informó que debido a la pandemia del Covid-19 la economía peruana se paralizó.
“Perú había sostenido un interesante ritmo en cuanto a inversiones y más específicamente en inversiones hoteleras, llegando a programarse unos 10 hoteles nuevos por año. Con la pandemia se redujo a 0 en 2020, a partir del inicio del Covid-19. En 2021 solo cuatro hoteles y para 2022 se tienen programado seis hoteles”, señalo Monsalve Restrepo.
Siguiendo en la misma línea, la asesora de la SHP indicó que este suceso ha llevado a que se paralicen y/o cancelen 26 proyectos hoteleros y unas 3.700 habitaciones, lo que suman unos US$ 470 millones sin invertir.
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“El turismo es muy sensible y esta pandemia no esperada, con incalculables pérdidas humanas y económicas, con un futuro incierto, perjudica grandemente al sector. Su reactivación está siendo muy lenta, ya que debemos sumar la situación política que no ayuda para nada”, agregó la profesional.
La asesora de la SHP recalcó que, además de la pandemia, la crisis política y social que vive el país es un factor determinante para la llegada de inversiones privadas.
“El 80% de los visitantes es corporativo y el 20% viene por turismo. Tantos cambios en nuestra política, en solo un año, no son un buen aliciente para el inversionista extranjero, quien ve con preocupación tanta inestabilidad. El Perú tienen muchos atractivos para el inversionista”, sostuvo.
“Nos falta muchísima infraestructura: aeropuertos, mayor conectividad, autopistas, señalización turística, mayor equipamiento para seguridad, manejo adecuado de los atractivos tan importantes como Machu Picchu y otros. Perú está lleno de riquezas que no están siendo gestionadas y acondicionadas como un producto turístico, desperdiciando la oportunidad de disfrutar adecuadamente tanto recurso maravilloso”, finalizó la asesora de la SHP.
“Los inversores están preocupados”
Para Luis Mirabelli, vicepresidente de Desarrollo de Accor para los países hispánicos de Sudamérica, la para en muchas construcciones se debe -en parte- a que muchas instituciones que financian obras endurecieron sus condiciones, inviabilizando algunos de los proyectos ya firmados, incluso planes ya concretados cambiaron de uso.
“Tanto los inversores como las instituciones financieras, ante situaciones como la pandemia o situaciones políticas específicas, toman medidas más conservadoras, retirando dinero del mercado o encareciendo las construcciones”, indicó el empresario.
Sobre el efecto de la pandemia en las inversiones, el representante de Accor señaló que “afectó mucho y sigue afectando”.
“Los inversores están preocupados, y por ello, muchos han postergado sus proyectos o decidido no continuar con ellos hasta que la situación esté mejor”, advirtió.
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Sin embargo, fue positivo al hablar sobre Accor, ya que el grupo hotelero ha seguido trabajando, pero con grupos especiales de sectores industriales, como minería y pesca.
“Hemos aprovechado la crisis de Covid-19 para reforzar aún más nuestros protocolos de bioseguridad. También hemos tomado la pandemia como una oportunidad para renovar y repotenciar cada uno de los hoteles en el Perú, como es el caso de Pullman San Isidro que se renovó completamente, al igual que Manto Mgallery”, manifestó.
“Actualmente Perú cuenta con 13 hoteles abiertos y 2.268 habitaciones. En 2021 se realizó la apertura del nuevo ibis Styles Lima Blondet San Isidro y este año se inauguró el Pullman Lima Miraflores. En tanto, como Accor seguimos buscando conversiones y franquicias para mantener nuestro liderazgo en Sudamérica, y para los próximos tres años proyectamos tener hasta seis hoteles más”, puntualizó Mirabelli.
Finalmente, indicó que Accor tiene proyectado abrir 25 hoteles en Sudamérica, 17 en Brasil y 8 en países hispanos. Asimismo, el objetivo de la marca es contar con 700 hoteles para 2025 y 42 mil habitaciones para el 2024.