En un año que ya toca acabar, y en el que han ocurrido una serie de eventos importantes para el mercado turístico peruano (la desaparición de una de las mayoristas “grandes”, el boom de las inversiones hoteleras, los Juegos Panamericanos y más recientemente la final de la Copa Libertadores), las agencias de viajes, ya sea que se dedican al emisivo o receptivo, están aprendiendo a sobrevivir en un entorno cada vez más competitivo, donde los avances tecnológicos plantean nuevas oportunidades, pero también desafíos.
AGENCIAS DE VIAJES-AEROLÍNEAS. Una relación conflictiva ¿y necesaria?
Desde hace ya algunos años las agencias de viajes vienen soportando escenarios adversos para seguir desempeñando sus funciones como profesionales del turismo. Una de las riñas más conocidas es la que mantienen con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), que sigue sumando capítulos y parece una historia que no tiene donde acabar.

Sin embargo, siguen existiendo ocasiones en las que las discrepancias provienen desde dentro de la industria turística. Si bien se trata ya de una historia con varios capítulos, el enfrentamiento de las agencias de viajes y el gremio de aerolíneas más importante del mundo, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), puede seguir dando temporadas de disputas.
El último episodio que se ha escrito tuvo lugar en la 5° Cumbre Mundial de Asociaciones de Agencias de Viaje, que tuvo lugar en Sevilla en noviembre. Desde esa plataforma, una de las más descontentas con la relación entre agencias e IATA fue Merike Hallik, actual presidenta de la asociación de agencias de Estonia y expresidenta de la Agrupación de Asociaciones Europeas de Agencias de Viajes (Ectaa), quien declaró que IATA tiene una actitud prepotente con las agencias al manipular las actas de las reuniones que se llevan a cabo entre ambos actores. “En los últimos tres años en las actas de las reuniones yo he visto que la conversación siempre es la misma. Durante dos horas una vez al año ni siquiera incluyen nuestros comentarios y cuando lo hacen son solo los positivos, desvirtuando lo que hemos dicho. Es bastante curioso ver cómo IATA puede manipular lo que nosotros decimos en esas reuniones”, dijo.
UNA LUCHA SIN VENCEDORES.
Como se mencionó líneas arriba, las asociaciones de agencias y la de las aerolíneas vienen enfrentándose hace mucho tiempo. Entre los desacuerdos más llamativos se encuentra el sistema de liquidación. En este año, la agremiación de aerolíneas presentó el New Gen ISS, un sistema que calcula el límite de crédito que disponen las agencias de viajes. Consultado al respecto, Markus Ruediger, gerente de Comunicaciones de IATA para Latinoamérica y el Caribe, dijo que “el nuevo sistema solo busca mejorar la participación de las agencias”.
“A través del nuevo modelo de acreditación, denominado NewGen ISS, buscamos tener mayor participación por parte de las agencias de viajes, ya que se cuenta con tres modelos de acreditación, que se pueden ajustar a la realidad de cada empresa. Es decir, si una agencia solo decide vender con tarjeta de crédito puede hacer mediante al modelo ‘GoLite’, sin necesidad de presentar una garantía bancaria, el mismo que es solicitado en el modelo tradicional, denominado ‘GoStandard’”, comentó el gerente.
A pesar de su entusiasmo, este es un sistema que ya ha sido cuestionado en anteriores ocasiones. Por ejemplo, cuando la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) mostró su rechazo al impopular NewGen ISS, que menciona Ruediger. CEAV recalca que la puesta en marcha de este nuevo sistema se dio de manera unilateral y con la oposición expresa de Ectaa.
“El mercado evoluciona, entran nuevas agencias y se retiran otras. Se informan sobre los cambios de los programas de IATA y las aerolíneas a través de las asociaciones de agencias y publicaciones que se realicen”, remarcó.
En este momento entra a tallar en la batalla Ricardo Acosta, presidente de la Asociación Peruana de Agencias de Viajes y Turismo (Apavit). En el mismo evento en el que expresó su malestar Marike Hallik, Acosta se unió al descontento y se atrevió a realizar un pronóstico sobre el futuro de la relación de agencias e IATA. “Con el tiempo, en vez de incrementar el número de asociados, IATA va perdiendo socios. A mi forma de ver esto debido a que las agencias van percibiendo que la única ventaja es la de poder emitir boletos, tan solo eso. Si se analiza fríamente los diferentes escenarios, por ejemplo, ante la quiebra de una línea aérea, IATA no se responsabiliza ante la agencia y menos con el cliente, pero sin embargo si una agencia de viajes quiebra, la línea aérea está cubierta”, expresó Acosta en declaraciones para este medio.
LAS RELACIONES SE ENFRÍAN.
Según el directorio nacional de prestadores de servicios turísticos elaborado por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) existen en Perú 1.843 agencias minoristas. Ruediger afirmó que las agencias certificadas en Perú rondan las 170. Dicha afirmación fue corroborada en números con lo que proporcionó Apavit a este medio. Tomando en cuenta que no todas estas agencias se dedican a la venta de boletos aéreos, aún nos queda un porcentaje ínfimo de agencias que están acreditadas bajo el emblema de IATA.
Para las que sí venden boletos, Acosta comentó que el camino es diferente, e incluso puede llegar a ser más benéfico. “Hoy en día la mejor y más conveniente alternativa en cuanto a la parte económica para la emisión de boletos es recurrir a un consolidador, ya que de hacerlo utilizando a IATA las agencias están sujetas al 1% de comisión a no ser que consigan alcanzar brutales metas impuestas por de forma unilateral por las diferentes líneas aéreas”. Y agregó: “Estas van siendo modificadas a cantidades superiores y siempre basadas en números sin tomar en cuenta si las tarifas estuvieron promocionadas a mitad de precio o a diferentes ofertas, cuando lo justo debería ser por cantidad de boletos vendidos”.
Por su parte, Ruediger es muy conciso cuando menciona los beneficios de pertenecer a IATA para una agencia. “Con nosotros las agencias tienen reconocimiento a nivel internacional, y a través del programa BSP (Billing and Settlement Plan) de IATA pueden trabajar con todas las aerolíneas participantes en el mercado, califican para pagar según su crédito, sus ventas cada siete días y realizan un solo pago a IATA, que se encarga de distribuir el dinero que le corresponde a cada aerolínea”.
En un año que ha sido muy movido para la industria turística peruana, y en general para la región latinoamericana, la búsqueda de consensos que permitan volver a colocar las estadísticas con números favorables para todos los actores se hace indispensable. Se viene un nuevo año, y con ello también se esperan nuevas oportunidades para poder impulsar al sector.