-¿Qué es Aptae y a qué se dedican?
Carlos Díaz, Aptae: “El turismo peruano tiene que migrar a prácticas de conservación natural y cultural”
Las tendencias mundiales inclinan la balanza hacia un turismo más responsable con el medio ambiente y los entornos culturales en los que opera. Carlos Díaz, presidente de la Asociación Peruana de Turismo de Aventura, Ecoturismo y Turismo Especializado (Aptae), viene haciendo un trabajo esforzado para que cada empresa turística peruana pueda ser sostenible en el tiempo.

-La Asociación Peruana de Turismo de Aventura, Ecoturismo y Turismo especializado tiene más de 35 años como entidad de turismo. Hoy somos un poco más de 60 socios distribuidos a nivel nacional. Cusco es nuestro principal aportante de socios, junto con Madre de Dios y Lima. Después hemos tenido socios en diferentes departamentos. Crecimos bastante en nuestra presencia institucional. Hoy en día somos un gremio importante. Estamos tratando de aumentar los socios, porque todavía es difícil tratar de posicionar nuevos conceptos y nuevas políticas de desarrollo turístico más responsable, ambientalmente amigable y también más responsables con las comunidades. Es un trabajo fuerte que tenemos que hacer para lograr que el turismo en nuestro país migre a las tendencias internacionales de la conservación del patrimonio natural y cultural.
-¿Cómo implementar el turismo sostenible en el país?
-Son corrientes globales. En los últimos años, el mundo se ha dado cuenta de que los turistas empiezan a ser muchos más responsables en sus viajes. Son mucho más conscientes del impacto de sus viajes, desde que suben un avión hasta cuando consumen ciertos productos. Por ello buscan destinos que les ofrezcan productos en donde ellos puedan interactuar con el espacio, tener una buena experiencia, y al mismo tiempo, tener un impacto mitigado durante su actividad. Esto ha llevado a Aptae a implementar acciones internamente en todas las empresas asociadas para ofrecer productos que sean de bajo impacto en los espacios donde operamos. Por ejemplo, si entramos en una comunidad nativa, en donde las personas aún tienen patrones que es importante conservar. Por lo tanto, nuestras asociadas tienen una filosofía muy grande respecto a contribuir a la conservación de los espacios.
Para ser socio de Aptae, todos tienen que acreditar que tienen planes de responsabilidad social empresarial y ambiental en ejecución. Esto a través de certificaciones de calidad, certificaciones ambientales y de buenas prácticas. Y si no lo tienes como certificado, pueden ser buenas prácticas al interior de la empresa.
Además, también contamos con un código de ética en donde se deben respetar elementos que son necesarios para la operación de una empresa turística responsable.
-¿Cuánta es la resistencia que encuentran para implementar estas prácticas?
-Muchas empresas que ya son socias de Aptae han tenido que adaptarse a los nuevos cambios. Hacia afuera, vemos que hay muchísimas empresas nuevas y otras más que son socias de otros gremios que nos ven como una opción diferente. Las tendencias de este cambio no solamente son en el turismo, sino en todas las actividades, por lo tanto, no creo que sea difícil. Yo no encuentro resistencia por los empresarios, sobre todo aquellos que están buscando espacios que los representen. Por ese lado, tenemos gran potencial para seguir creciendo como institución porque ofrecemos realmente una plataforma en donde promovemos políticas e ideas fuera de lo tradicional. Hoy en día la conservación es el tema principal en todos los niveles.
-¿Cuál es la actualidad del turismo sostenible en Perú y hacia dónde debemos dirigirnos?
-Estamos apuntando a ganar espacio. Aún somos una parte muy pequeña de la gran torta del turismo. Los negocios tradicionales son los que abarcan la gran parte del mercado. Pero yo siento y creo que estamos creciendo. Estoy seguro de que aquellas empresas que no adapten sus negocios a tener elementos de turismo sostenible van a desaparecer. Es sumamente importante que se inyecte esta filosofía en todas las empresas turísticas. Casi todas las empresas de jóvenes emprendedores tienen ese componente. Tenemos normas que estamos diseñando para tener mejores prácticas, como el reglamento ambiental en turismo. Esto quiere decir tener los parámetros que hay que respetar en la operación turística.
Para esto hay que exigir la formalidad de las empresas que operan. A diferencia del turismo convencional, las empresas informales conllevan muchísimos más riesgos para el turismo sostenible. Se requiere empresas que al menos tengan protocolos de seguridad y que realmente presenten confianza para el turista.