Allá por 1993, la Organización Mundial del Turismo (Unwto) presentó un documento llamado ‘Turismo al año 2000 y más allá: aspectos cualitativos, en el que exhibió un concepto de turismo sostenible. “El turismo sostenible atiende a las necesidades de los turistas actuales y de las regiones receptoras y al mismo tiempo protege y fomenta las oportunidades para el futuro. Se concibe como una vía hacia la gestión de todos los recursos de forma que puedan satisfacerse las necesidades económicas, sociales y estéticas, respetando al mismo tiempo la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas que sostienen la vida”, estipula el documento que se dio a conocer en la Conferencia Euromediterránea sobre Turismo y Desarrollo sostenible. Han pasado más de 20 años desde la introducción de este concepto al más alto nivel de institucionalidad turística y sigue existiendo la incertidumbre respecto a si se está haciendo lo correcto para mitigar los impactos negativos que puede tener la industria turística en los destinos en los que opera.
En búsqueda de la sustentabilidad
El turismo sostenible es una tendencia que viene ganando adeptos e inversiones en diferentes empresas. La importancia de mantener los medios de producción se empieza a imponer sobre la ganancia pura, y en Perú, un país de enorme diversidad cultural y natural, se hace necesario implementar políticas de sostenibilidad en el negocio turístico.

Sin duda, el turismo sostenible es una tendencia que ha venido ganando fuerza y que, en Perú, uno de los países con mayor cantidad de ecosistemas (84 de 104 existentes) y con un bagaje cultural sumamente importante (el legado del imperio inca es reconocido a nivel mundial), se convertirá en un aspecto esencial a incorporar en todas las empresas relacionadas al ámbito turístico.
ACCIÓN Y REACCIÓN.
Desde Venecia, los locales han mostrado su disconformidad con el incremento desbalanceado de visitantes que “invaden” una de las ciudades más turísticas del mundo. Entre los alegatos que se pueden escuchar entre los pobladores es que la gran cantidad de gente adicional les impide desarrollar sus propias vidas en tranquilidad, además de un inevitable impacto en la infraestructura y limpieza de la ciudad flotante. El nombre del diagnóstico que se le ha dado es ‘Overtourism’, que se traduce en una sobrepoblación de turistas. Es perfectamente entendible que las empresas turísticas, como todos los negocios en general, busquen generar ingresos. Sin embargo, es muy poca la conciencia sobre el impacto que pueden tener en otros actores. Esto ha provocado que ciudades netamente turísticas, como la ya mencionada Venecia, pero también Barcelona y Ámsterdam, establezcan políticas de control sobre la cantidad y calidad de visitantes que reciben. En la ciudad italiana, por ejemplo, los turistas tienen que pagar un impuesto especial que permite la manutención de los servicios básicos como limpieza y mantenimiento de infraestructura. Simone Venturini, teniente alcalde de Venecia, comentó que no se trata de cerrar las puertas al turismo. “Debe ser manejado (el turismo) no bloqueando la ciudad, sino incentivando un turismo de calidad”, expresó.
ENTORNOS SOSTENIBLES Y RESPONSABLES.
En septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad. En dicha agenda se plantearon 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Siendo el turismo una de las pocas industrias que ha tenido un crecimiento sostenido a nivel mundial, termina por atravesar de una forma u otra la gran mayoría de estos ODS.
Para Carlos Díaz, presidente de la Asociación de Turismo de Aventura, Ecoturismo y Turismo Especializado (Aptae), una agremiación que busca desarrollar políticas de turismo sostenible, se trata de corrientes globales a las que hay que adaptarse. “En los últimos años el mundo se ha dado cuenta de que los turistas empiezan a ser mucho más responsables en sus viajes. Son mucho más conscientes del impacto de sus viajes, desde que suben al avión hasta cuando consumen ciertos productos. Por ello buscan destinos que les ofrezcan productos en donde ellos puedan interactuar con el espacio, tener una buena experiencia, y al mismo tiempo tener un impacto mitigado durante su actividad”, explicó. Siguiendo esta línea, el presidente de Aptae declaró que existe la necesidad de que todas las empresas en Perú tienen que empezar a ver al turismo más allá que sólo como una fuente de ingresos.
ASPECTOS DEL TURISMO SOSTENIBLE
Sostenibilidad ecológica: es decir que el desarrollo del turismo no cause cambios irreversibles en los ecosistemas de los diferentes destinos.
Sostenibilidad social: refiriéndose a la capacidad de una comunidad para absorber el turismo.
Sostenibilidad cultural: una comunidad ha de ser capaz de retener o adoptar sus propias características culturales distintivas ante la cultura del turista.
Sostenibilidad económica: que asegure el nivel de ganancia económica que requiere el sector, para que sea viable.